Cómplice:
¿Cómo va tu día? ¿Qué tal la quinta ola del COVID? ¿Eres de esos pocos casos que sólo tiene gripe y tos por la lluvia? ¿Las pruebas de COVID y VIH siguen en negativo? Espero que sí.
Te tengo que confesar que hace unos días contesté el teléfono, le contesté a él. No debí hacerlo y aún más no debí salir de mi cama para irlo a cuidar.
Tampoco debí haber pasado unos días con él en su casa viendo las ruinas de nuestra relación, el desorden de sus cosas y de su mente, y el poco autoestima que se tiene al no poder levantarse a cuidar de él y de sus pertenencias.
Después de haber pasado ese tiempo con él, de haberlo procurado y de haberlo consentido por petición expresa, pero también por deseo mío, tengo que volverme a pedir perdón. Me tengo que pedir perdón porque no entiendo que él dio un paso en otra dirección (y que a mi juicio fue para retroceder) y porque no entiendo que tengo que aprender a seguir sin él, a seguir solo y a seguir mi propio camino.
Voy a citar a su propia familia y voy a aceptar que él es un virus que lastima, hiere y sólo ve por sí mismo. No tengo otra tarea que volver a comenzar, que agradecer que la estocada no fue tan profunda y que reconocer que soy masoquista hecho y derecho.
Volví a convivir con ese virus, aunque ahora ya tengo algunos glóbulos blancos que le ponen freno a sus estragos en mi cuerpo y en mi mente. Ya no caeré en cama sufriendo por el contagio de sus malas decisiones, caprichos y berrinches, le podré dar la vuelta al descarrilo que tanto le gusta y, al cabo de unos días, regresaré a mi incipiente vida en la torre de la esquina de Eje 8 y Moras.
No voy a tener culpa de mi re-contagio del virus. Cualquiera se puede re-infectar si no se cuida lo suficiente, si no atiende instrucciones y si no anticipa.
Ahora bien, me quiero prometer que no voy a ser irresponsable con mi cuerpo, mi alma y mi mente para los nuevos tiempos. Tengo que estar bien porque aún espero que pueda volver a sonreír, amar y soñar sin ataques de ansiedad, días de soledad y celos plantados.
Es momento de continuar construyendo una alternativa de país mientras acepto con ironía que "It's getting late to give you up. I took a sip from my devil's cup. Slowly , it's taking over me."
Alejandro